Capitulo I
finales del año 1700
y a consecuencia del terremoto de Lisboa, quedó destruida en Coria una
capilla llamada de la Magdalena, dicha capilla, debió ser bastante
importante en su momento, ya que en su interior existían varias
Hermandades y Cofradías, las cuales debieron ser distribuidas entre
varios sitios del pueblo, alojándolas donde buenamente las autoridades
eclesiásticas y miembros de las Juntas de Gobierno creyeron oportuno.
Una de estas Hermandades, fue la nuestra llamada por aquel entonces, la
del Señor de la Cruz Acuestas (Jesús El Nazareno y Maria Santísima
del Mayor Dolor), Mayor Dolor, porque había la tradición de pedir de
casa en casa y siempre se nombraba a la Madre del Mayor Dolor.
Esta Hermandad paso a un lugar
llamado Hospital de la Santa Caridad, centro que dependía del Hospital
de la Santa Caridad de Sevilla y otros Organismos oficiales, fue fundado
dicho centro en el año 1550. A mediados del año 1868 es necesario cerrar
dicho Hospital pues se encontraba, debido a la primera, llamémosle
guerra por parte de la marinería de Cádiz, que subió hasta Sevilla y se
extendió rápidamente.
A la vista de estos destrozos, el Ayuntamiento decide reformar dicho
Hospital, pero acondicionándolo para una escuela de niños pobres, pues
como Hospital no era ya necesario, ni tampoco podía ya mantenerse,
debido a su gran costo económico , por este motivo las autoridades,
junto con el Cura Párroco y Arcipreste de la Villa, decidieron que
nuestras imágenes pasaran a la Ermita del Cerro de San Juan y una vez
allí, junto con la Hermandad de la Vera Cruz, hiciesen posible la
restauración tanto de la Capilla, como de las imágenes que se
encontraban bastante deterioradas. Es entonces cuando aparece según
versiones verbales de algunos ancianos, el nuevo nombre de la Virgen que
acompañaba al Cristo, que no era otro que el de Ntra. Sra. del Carmen,
imagen que posiblemente pertenecía a una Capilla que también fue
destruida y que se llamo Ermita del Carmen. Era una Capilla de
marineros, encontrándose dicha Capilla en el termino de Coria hacia La
Puebla, según los libros del Archivo del Palacio Arzobispal de Sevilla.
Esta Ermita estaba situada junto a una de las márgenes del río Pudio y
su Titular era una imagen de Ntra. Sra., toda de talla. En el año 1843 y
debido a la perdida de la techumbre, fue necesario reubicar a las
imágenes por la localidad.
Por el año 1900, la Hermandad gozaba
de un gran prestigio y popularidad, siendo la única Hermandad que hacia
correctamente su estación de penitencia, llevando un paso de Cristo, un
paso de Palio y Hermanos Nazarenos acompañados de la Verónica.
En tiempos de la republica, año 1931,
los destrozos y saqueos a Capillas e Imágenes era la tónica general, por
suerte, nuestra Hermandad pudo recuperar la imagen del Señor y del Niño
Jesús. no se hace mención de la de la Virgen, porque esta imagen, según
fotografías antiguas, no pertenece a la que entregaron a la Hermandad.
Las imágenes del Señor y de la Virgen, presentaban importantes
mutilaciones, no así la imagen del Niño Jesús (imagen de barro cocido
policromado) que es la que en la actualidad procesiona con la Virgen.
Fue nuestra Hermandad, la que primero
se reorganiza y vuelve a hacer su salida Procesional por las calles de
Coria (año 1937), según un acta recogida de aquella época, en la que
además se da aliento a las demás Hermandades para que reorganizasen, ya
que se encontraban destruidas, tanto moralmente como materialmente,
tanto es así , que durante algunos meses, nuestra Imagen sustituyo a la
de la Patrona en el Altar Mayor de la Parroquia.
Por tal motivo, el Cura Párroco
decide sacarla en procesión por el jardín del cementerio antiguo, que
daba a la parte trasera de la iglesia, fe de este hecho es el azulejo
que se encuentra en la fachada de la torre....
Capitulo II
na vez reorganizadas las demás
Hermandades, nuestra Hermandad seguía haciendo su salida de la Capilla
del Cerro de San Juan Bautista, junto con la de la Vera Cruz, según
podemos apreciar en fotografías de la época nuestra Hermandad ya se
encontraba debidamente reorganizada siendo la única que por tradición
continuaba con sus tramos de nazarenos penitentes que oscilaban
alrededor de los 150, según acta de la fecha, por aquellos tiempos y
debido a la incompatibilidad y falta de espacio en aquella Capilla, se
reúnen las dos Juntas de Gobierno junto con el Cura Párroco y acuerdan
que nuestra Hermandad debe buscar nueva residencia.
En vista de esto y guiados por el
fervor y la devoción hacia sus titulares se reúne un grupo de Hermanos y
deciden pedir permiso al Ayuntamiento y al Arzobispado de Sevilla
para que de una vez por todas dar por terminada la peregrinación por
distintos templos de nuestra Hermandad, para ello se cuenta con el
apoyo de nuestro arcipreste el cual nos orienta para que hagamos una
capilla en el jardín de la Parroquia, se pide el debido permiso al
Arzobispado y se pone en marcha la construcción de la nueva capilla en
el año 1937, en el sitio que había sido el antiguo cementerio de Coria,
en la parte trasera de la Iglesia Parroquial de Santa María de la
Estrella.
En el año 1938 se terminan las obras
de nuestra Capilla y se bendice el 24 de abril del mismo año, una vez
bendecida la Capilla se establece canónicamente nuestra Hermandad en la
Parroquia de Ntra. Sra. de la Estrella, haciendo su salida tanto en
Semana Santa como en el mes de Julio con motivo de la Virgen del Carmen
año en que por primera vez la imagen de la Virgen se asoma al río, según
fotografías de la época.
Debido a que Coria es
tradicionalmente marinera se funda en Coria una nueva Hermandad de
marineros de Ntra. Sra. del Carmen para lo cual contaban con la imagen
de la Virgen y algunos enseres, pero no poseían sitio fijo donde
establecerse y al final deciden que el lugar mas idóneo es el antiguo
astillero pues esta Hermandad estaba prácticamente fundada por marineros,
militares y civiles que por otra parte dependían de la comandancia
militar de marina de Sevilla y aquellos eran unos los terrenos mas
apropiados que pertenecían a la Junta del Puerto y eran de fácil acceso,
mientras tanto pasa el tiempo la prometida la prometida Capilla de los
marineros no se realiza, entre tanto la imagen de la Virgen del Carmen
se encontraba en un altar provisional en la Parroquia de la Estrella.
La decisión adoptada por el cura
párroco de entonces D. Manuel Marroco Merino, se oponía a que dentro del
mismo templo existían dos imágenes de igual devoción, motiva a que la
Hermandad de los marineros ofrezca a la del Nazareno su imagen y enseres
para así fusionarse con la misma y formar una sola Hermandad.
Nuestra Hermandad convoca un Cabildo
General de Hermanos y se acuerda unir ambas Hermandades, con ambas
Juntas de Gobierno que se vería reforzadas. Habría que retirar del culto
a una de loas dos imágenes de la Virgen. Se decide en Cabildo
Extraordinario retirar la imagen de la Virgen propiedad de la Hermandad
de Nazareno, pues era de entre las dos, la menos propicia para procesionar en paso de palio y de menor valor artístico pues después de
los destrozos del año 1936 quedo mal restaurada.
La Hermandad atendiendo a
motivos sentimentales decide que la imagen pase a la Capilla del Cerro y
así definitivamente estuviese en un lugar de culto pero que no volviese
a procesionar mas, según mandato del Sr. Arzobispo de Sevilla, el cual
da todo por aprobado y así consta en la documentación de la época.
Las Hermandades siguen su curso ya
unidas en una sola. También se acuerda que la imagen del Niño Jesús que
tuviese mas valor artístico fuera la que portara la Virgen, por lo que
se decide quedarse con el antiguo de barro policromado, obra de
Cristóbal Ramos. Esto suscitó una pequeña polémica pero sin importancia,
excepto en varias personas que se quedaron dolidas por tal decisión y
aprovechando un descuido del sacristán de la Parroquia sustrajeron el
Niño a la Virgen haciéndolo desaparecer durante varias semanas.
Transcurrido el tiempo el Niño Jesús apareció sin haber sufrido ningún
desperfecto.
Aproximadamente diez años mas
tarde la Hermandad empieza a decaer tal vez por el descuido de algunos o
los intereses de otros llegando incluso al extremo de no poder sacar las
imágenes en sus pasos por la situación tan precaria en la que se
encontraba.
Por iniciativa del cura párroco se
saca en andas la imagen del Señor el Nazareno para hacer un Vía Crucis
por las calles del pueblo, por lo menos que tuviésemos ese Miércoles
Santo a nuestro Cristo en la calle, a lo que se unió una gran cantidad
de gente joven y devotos. Tal vez esta decisión externa de lo que había
sido la Hermandad y en lo que estaba convirtiendo motivó a un
grupo de jóvenes y devotos guiados por el Cura Párroco a encender de
nuevo la llama de la Hermandad y luchar por lo que nos quedaba, así pues
con el permiso del Sr. Arzobispo de Sevilla D. José María Bueno Monreal
y apoyados por un Cabildo Extraordinario de Hermanos se acomete la
empresa de levantar la Hermandad tanto espiritualmente como
materialmente, quedando después de varios meses de polémicas
constituida una nueva Junta de Gobierno.
A finales de la década de los sesenta
y por iniciativa de algunos cofrades se reactiva. Para ello en primer
lugar se decidió sustituir las imágenes titulares por las que
actualmente nos acompañan.
A partir de esas fechas la cofradía
empieza a tener gran auge y devoción, aumentando considerablemente sus
hermanos.
Las reglas que actualmente rigen a la
Hermandad fueron aprobadas el 4 de diciembre de 1991 y constan de XIII
capítulos y disposiciones transitorias.